Sonrisa de Gol (SdG): Podrías presentarte un poco por encima para nuestros lectores?
Marc Muniesa (MM):
Hola a tod@s, soy Marc Muniesa Martinez de 28 años, natural de Lloret de Mar y actualmente estoy jugando a futbol en el Al Arabi de la Liga Qatarí.
Empecé jugando con 5 años en la Penya Barcelonista de Lloret de Mar, a los 10 años fiché por el FC Barcelona donde estuve hasta los 21 años, posteriormente pasé 4 temporadas en la Premier con el Stoke City, volví a la Liga gracias al Girona FC por 2 temporadas, y ahora mismo estoy jugando mi 2a temporada en el Al Arabi.
SdG: ¿Cómo está siendo tu adaptación al fútbol y a la comunidad Árabe?
MM:
La verdad es que bien. Al principio, como en cualquier lugar, cuesta un poco la adaptación, en este país sobretodo por la calor y la humedad que te encuentras en los primeros meses de competición, pero tienen todo tipo de facilidades a nivel de instalaciones y hemos tenido la suerte de poder jugar en campos con aire acondicionado donde se disputará el próximo Mundial.
Los compañeros me han acogido muy bien, la afición también y en general la gente árabe es muy educada. La mayoría de gente es extranjera ya que solo hay 300.000 qatarís de una población total de 2.800.000, así que nos encontramos en un país bastante internacional y con todo tipo de culturas.
Nos hemos adaptado de maravilla con los niños y mi mujer, y estamos encantados de la decisión tomada de venir a Qatar a vivir esta aventura.
SdG: Aparte de jugar en Catar, has tenido la suerte de jugar en dos de las mejores ligas del mundo como La Liga y la Premier League. Sin entrar en debates, ¿qué destacarías de cada una de ellas? ¿Qué te impacta más a ti como futbolista de cada una de ellas?
MM:
La Premier League es una liga más equitativa a nivel económico. La mayoría de equipos reciben una buena cantidad por los derechos televisivos y la diferencia entre el primero y el último clasificado no es tan grande como lo es en España. Es una liga que tanto para el jugador como el aficionado es espectacular, se respira fútbol en estado puro, los campos están llenos, el césped de todos está espectacular, los horarios son perfectos para ir con la familia a ver los partidos, hay mucho respeto entre jugadores y afición, etc. Quizás es una liga un poco más caótica, menos táctica y un poco más física que la española.
La Liga es una competición más táctica que la Premier, más trabajada y dónde es más difícil perder el control de los partidos como puede pasar en Inglaterra. La mayoría de los equipos tienen una buena propuesta futbolística y grandes jugadores pero los limites salariales en España hacen que FC Barcelona y Real Madrid estén muy por encima. Aún así, cada vez es más difícil ganar y lo estamos viendo esta temporada, donde los 2 grandes de la Liga están siendo bastante irregulares.
SdG: Con esta larga trayectoria, has podido trabajar con muchos entrenadores y sus cuerpos técnicos. ¿Quiénes te han marcado más en tu trayectoria y por qué?
MM:
Des de que entré en el Barça a los 10 años aprendí una manera de jugar, la misma con todos los entrenadores. Todos ellos muy importantes para mi formación como jugador y persona. Pero está claro que el me cambió la vida a nivel profesional fue Pep Guardiola. Me dio la oportunidad de debutar con 17 años después de haber tenido una grave lesión de rodilla que frenaba mi progresión, eso hizo que volviera a ilusionarme. Además, estaba entrenando y jugando con el mejor Barça de la historia, un sueño hecho realidad para cualquier chaval que le gusta el futbol y es seguidor culé.
Fueron 4 años a caballo entre el 1r equipo y el filial. Entrenar con el 1r equipo era como hacer un master cada día, aprendías a otra velocidad, tanto a nivel técnico como táctico. Pep era, y es, un enfermo del futbol y sabe transmitir muy bien lo que quiere del equipo y de ti en cada momento. Ese aprendizaje me sirvió para luego ver el futbol de otra manera.
Luis Enrique, es el otro míster, del que me llevé buenas experiencias. Metodología parecida a la de Pep, pero quizás un poco más agresivo y directo en ciertos aspectos, pero siempre tratando bien el balón.
Son los 2 mejores entrenadores que he tenido, aunque con los demás también aprendí mucho y me llevé cosas positivas de cada uno de ellos. Siempre les estaré agradecidos a Mark Hughes, Pablo Machín, Eusebio Sacristán , Juan Carlos Unzué y Heimir Hallgrimsson.
SdG: Con la pregunta anterior, quizás la mayoría ponemos el foco en tu etapa como profesional, pero no debemos olvidar que la formación es una etapa fundamental para el desarrollo del futbolista en todos los aspectos. ¿Qué característica es importante para ti como jugador por parte de un entrenador formativo? ¿Qué consejo les darías a los entrenadores de base?
MM:
Es la etapa más importante. Sin esa formación que me dieron cada uno de ellos no sería el jugador que soy ahora o el jugador que tuvo la oportunidad de entrenar y jugar en el 1r equipo del Barça.
Lo que me enseñaron a mi, fue a tratar bien el balón y a jugar con él. Si tienes la pelota, disfrutas jugando y sabes que el rival no te hará daño. En cambio cuanto llegué a Inglaterra, los niños de 12/14 años ya empezaban a entrenar en el gimnasio, cuando en el Barça hasta que no pisé el filial no había tocado un gimnasio. Son diferentes formas de ver el futbol, ambas más que válidas.
En etapa de formación creo que es fundamental hacer disfrutar a los niños/as, hacer muchos juegos en los que deban tomar decisiones y se lo pasen bien. Que no sea todo analítico porque al final no haces pensar a los jugadores y lo tienen todo muy masticado. Una vez ya llegas a época de juvenil, que ya empiezas a competir más seriamente, quizás ya puedes trabajar algo más a nivel táctico.
Al final cada jugador y entrenador son diferentes y tienen su metodología, pero cuando eres pequeño lo que quieres es pasártelo bien con tus amigos y con el fútbol.
SdG: Siguiendo con tu etapa formativa, ¿qué dirías que te ha aportado salir de una cantera como La Masia? ¿Crees que tener una idiosincrasia tan marcada limita al futbolista a nivel profesional, o bien todo lo contrario?
MM: La cantera del Barça te hace aprender a tratar bien el balón, te enseñan que tener el balón es lo más importante pero también te enseñan a competir porque desde pequeño, como tu vestías la camiseta del Barça, tenías una “obligación” por ganar. Si no ganabas lo considerabas como un pequeño fracaso. Pero siempre intentando hacer valer el buen uso del balón.
Depende del jugador le puede costar más. Jugadores pequeños que son muy técnicos y con un estilo muy marcado, al irse fuera pueden sufrir un poco más. En mi caso, al irme a Inglaterra, estaba acostumbrado a jugar de central en el Barça y allí los centrales suelen ser más altos y fuertes. Yo, al ser un central más bajo comencé jugando de lateral, pero poco a poco el fútbol inglés está cambiando. Han llegado entrenadores extranjeros que proponen un juego más combinativo y al final acabé jugando de central. Inglaterra me sirvió para poder descubrir otro fútbol, ver que no es solo tener el balón, que un buen balón largo también es una buena manera de atacar o que llegar y centrar también es válido.
SdG: Hablando un poco des del punto de vista socio - afectivo, ¿cómo influye en el juego el hecho de que tu compañero sea también un buen amigo? ¿Crees que este hecho puede optimizar el rendimiento? ¿Podemos decir que tener ciertos valores puede influir en la mejora del futbolista?
MM: Tener amigos dentro del campo hace que la conexión sea mejor y que te desvivas por el compañero.
Tener valores para un futbolista es importante. Respetar al rival, al árbitro, a tus compañeros, al entrenador… Aunque a veces es normal que te desquicies con cualquiera, sobre todo contigo mismo, hay que saber reaccionar ante el error y mejorarlo en la siguiente jugada.
Si tienes compañeros que son amigos dentro del equipo es increíble poder disfrutar de estas experiencias juntos.
En el Barça éramos la generación del 91-92 que habíamos vivido muchos años juntos en la masía y que todos fuésemos llegando durante la misma época al primer equipo hacía que lo disfrutaras el doble.
SdG: Hasta ahora hemos hablado a nivel de club, pero tu has estado en la dinámica de la Selección Española de Fútbol des de las categorías inferiores. ¿Cómo cambia la dinámica a nivel metodológico y de entrenamiento cuando uno va con la Selección?
MM: La primera llamada fue la selección sub-15 y para mí fue algo espectacular. Recuerdo salir llorando de emoción del colegio cuando mi padre me dio la noticia y a partir de ahí tuve la suerte de poder jugar en todas las selecciones hasta la sub-21. Y en la sub-21 poder conquistar un campeonato europeo en Israel, con la sub-17 jugar un mundial en Nigeria consiguiendo la medalla de bronce con compañeros de distintos equipos, con otro tipo de fútbol muchos de ellos, pero al final en la selección la metodología era parecida a la del Barça. Tener el balón, formar muchos triángulos o cuadrados, jugando un 4-2-3-1, salir con el balón jugado… Y otro factor importante era la calidad de los jugadores. Con15 años teníamos a Muniain, Sarabia. Más tarde comenzaron a llegar Isco, Morata, Koke… muchísimos jugadores de calidad que ahora mismo están jugado al máximo nivel.
SdG: Siguiendo en esta línea, nos gustaría centrarnos un poco en la EURO Sub21 que ganaste en el año 2013 ¿qué elementos crees que fueron clave para conseguir tal logro?
MM: La clave fue el grupo (generación 90-91-92), nos conocíamos mucho todos. El ambiente en la selección es espectacular, todos van a una. Es una experiencia muy bonita y creo que tener a Julen Lopetegui como entrenador nos hizo ser un gran equipo. Tenía una idea de juego donde lo primordial era tener el balón y cuando no lo tenías presionar mucho para volver a tenerlo.
También tuvimos jugadores como Thiago, Isco o Morata que partía como tercer delantero y acabó siendo titular, que marcaron la diferencia por su nivel técnico.
SdG: Es sabido por todos que allí dónde vas dejas un gran recuerdo en los aficionados. ¿Cómo se consigue llegar al corazón de los seguidores de esta manera?
MM: En Inglaterra la relación que tuve con los aficionados fue muy especial. Llegaba del Barça y los seguidores tenían unas expectativas muy altas. Yo lo di todo como jugador, luchaba todos los balones y en Inglaterra le dan mucho valor a eso. Ya puedes hacerlo todo bien que si no trabajas para el equipo el aficionado no te valora.
Tuve la suerte de caerles en gracia, me trataban muy bien, después de cada partido me quedaba para hablar con ellos, firmar autógrafos, a pasar un buen rato con ellos y creo que eso lo valoraron muchos y aun me siguen llegando mensajes, siguen cantando canciones mías y esa relación que tuve con los aficionados ingleses no lo olvidaré nunca.
Allá donde voy intento portarme bien con la afición, al final nosotros somos personas normales, aunque los seguidores te vean como alguien diferente hay que intentar tratar bien a las personas que te tratan bien y si que hay momentos que la afición se puede enfadar contigo porque quizás no estés dando el rendimiento que ellos esperan pero si al final te desvives por el equipo creo que no hay nada que puedas recriminar a un jugador ya le puedan salir mejor o peor las cosas. Esa es mi manera de entender el fútbol, darlo todo para poder sentirte realizado y que el aficionado pueda ver que me estoy dejando todo para el equipo.
¡Muchas gracias por tu tiempo y colaboración! Equipo de Sonrisa de Gol
