Como bien vimos en el análisis del PSG, uno de los principios más importantes es el de atraer jugadores rivales en una zona determinada del terreno de juego para, después, poder salir por otra dónde se ha generado un cierto espacio o ventaja. En esta entrada proponemos una tarea para entrenar precisamente este aspecto.
Para ello, proponemos un juego de situación en el que se juega en medio campo entero. En la línea divisoria, colocamos 3 porterías pequeñas, una en cada carril lateral y otra en el centro. En frente de cada una de ellas, montamos un pequeño cuadrado con conos.
Se juega un P.8x9. La idea de la tarea es que el equipo atacante inicial es el que se dirige hasta la portería grande. El juego se inicia dentro de uno de los cuadrados, a decidir por el equipo atacante, a modo de rondo. Por cada 3 pases dentro del cuadrado, obligamos a un defensor a entrar en ayuda del compañero que ya está defendiendo. A partir de ahí, es decisión de los jugadores del equipo atacante cuándo salir del cuadrado y atacar la portería. Haremos que cada gol valga un punto. Permitiremos una única transición, para darle al equipo defensor inicial la oportunidad de contraatacar a cualquiera de las tres porterías del medio campo. Debemos tener en cuenta que no hay ningún tipo de norma posicional sobre los atacantes, de modo que éstos son libres de entrar a los cuadrados a ayudar a sus compañeros o quedarse ocupando un espacio para generar ventaja fuera. Éste aspecto es el más importante de controlar para nosotros como entrenadores, ya que una mala ubicación de los jugadores no nos supondrá ninguna ventaja y nos costará progresar en el juego.
Veamos el vídeo para entender mejor la dinámica del juego.
Hay diversos aspectos que queremos tener en cuenta a la hora de llevar a cabo esta tarea. El primero, y más importante, es que el equipo atacante debe tener muy presente que está atrayendo oponentes en un sitio para salir por otro lado. Además, hace falta tener en cuenta que una pérdida de balón en cualquiera de los cuadrados, supone un gol de manera casi segura para el equipo defensor. Sería un error intentar jugar/salir del cuadrado por el mismo lado por el que se están atrayendo oponentes. Además, hace falta tener en cuenta, también, que no es lo mismo atraer oponentes en el cuadrado central que en los laterales. Dado que permitimos una transición, es importante tener en cuenta la estructura de seguridad que adoptará el equipo en caso de que haya pérdida.
Como entrenadores, podemos animar a nuestros jugadores/as a que prueben diferentes maneras de atraer al rival, como discutimos en el análisis del PSG. Si bien es cierto que la regla provocadora de esta tarea está centrada en atraer oponentes en el cuadrado a través del pase, podemos promover que nuestros jugadores/as busquen maneras alternativas de atracción una vez han salido.
VARIANTES:
Si queremos añadir un grado más de complejidad a la tarea, podemos variar tanto la normativa como las reglas provocadoras. A nivel de normativa, podemos añadir la regla del fuera de juego para complicar un poco más la tarea. Además, podemos permitir tantas transiciones como nos venga en gana, pero teniendo en cuenta que si permitimos demasiadas, se va a perder la idea principal de la tarea. Además, aunque en el vídeo os mostramos una estructura de 4.4.1 contra P.4.3.1, esto lo podemos modificar en función de nuestro equipo o del equipo rival. Finalmente, en caso que tengamos menos jugadores de los que proponemos aquí, siempre podemos modificar los números y reducir el espacio de juego.
A nivel de reglas provocadoras, podemos decir a los defensores que entren a más o menos pases, en función de si queremos facilitar o dificultar, respectivamente, la tarea. Otra modificación es que, en vez de entrar cada X pases, los defensores entren cada X segundos, aunque esto puede desnaturalizar bastante más el juego.
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