
Hoy tenemos el placer de compartir con vosotros nuestra conversación con José Ángel Caperán, psicólogo deportivo que trabaja con entrenadores y futbolistas de todas las edades y niveles. ¡Aquí tenéis la transcripción completa!
Sonrisa de Gol (SdG): ¿Podrías presentarte un poco por encima para nuestros lectores?
José Ángel Caperán (JAC): Soy psicólogo deportivo, responsable del curso de Experto en Coaching Deportivo y Psicología del Alto Rendimiento de Unisport Management School. Además de cofundador del portal de entrenamiento psicológico online futboldecabeza.com. Trabajo, principalmente, con entrenadores y futbolistas de todas las edades y niveles, tanto en España como en Latinoamerica.
SdG: ¿Cuál es la labor del un psicólogo deportivo?
JAC: Nuestra labor es la de entrenar a los deportistas en el pilar psicológico del rendimiento deportivo, el cual es uno de los 4 pilares: físico, técnico, táctico y psicológico. Sin embargo, es el psicológico el que transciende a los otros tres. Por lo tanto, se trata de un entrenamiento fundamental, ya sea a partir de un problema concreto o, sobre todo, trabajando desde las primeras etapas de la vida del deportista de una forma global y proactiva dentro de un abordaje del entrenamiento multidisciplinar.
Asimismo, trabajamos con los entrenadores, tanto en una labor formativa en lo que respecta al factor psicológico de su rol y de su deporte (formándolos como coaches deportivos, es decir, un entrenador que trabaja con los 4 pilares), como a una asistencia continua en su día a día con sus jugadores, pero también con todo lo que rodea a su figura (relación con los medios, directiva, vida laboral y personal).
SdG: Se dice que la mente piensa con ideas y no con información. Siguiendo esta frase, ¿cómo debe ser el feedback del entrenador hacia sus jugadores? Cuando un jugador comete un error, ¿le tenemos que explicar cómo lo tenía que haber hecho?
JAC: Tradicionalmente, los entrenadores dan por entendidas demasiadas cosas y, como en una empresa, "lo que no se dice no existe". A un jugador que comete un error, primero se le ha de dejar claro qué error concreto ha cometido, sin dramatismos ni saturación de información banal que puedan distraer la atención del jugador; segundo, cuán importante es dicho error, pues no todos los errores son igual de importantes; y tercero, cuál es la instrucción a aplicar.
Desafortunadamente, la comunicación tanto dentro como fuera del campo n o siempre cumple estos tres requisitos fundamentales, haciendo que el jugador no aprenda, se sienta perdido e, incluso, se bloquee emocionalmente.
SdG: Cuando los resultados no acompañan, se suele comentar que los jugadores están desmotivados. ¿Cómo se puede devolver la motivación a los jugadores?
JAC: Muchas veces llamamos desmotivación a lo que, realmente, es desorientación. En estos casos los objetivos han de dirigirse al proceso y no al resultado final, es decir, a cómo tengo que actuar, comparándome conmigo mismo, poniéndome yo mismo el listón respecto a la competición anterior.
Las acciones han de ir encaminadas a lo que está bajo su control y basándose en experiencias de éxito propias y recientes. Sólo pedimos al jugador que sea una mejor versión de sí mismo que en el anterior partido, poniendo en práctica unas pocas acciones que están bajo su total control, es lo que llamamos "objetivos de realización". Si la atención va al resultado, sin conocer el cómo lo vamos a conseguir (pues "echarle narices" no es una instrucción), sólo conseguiremos ahondar en ese bloqueo, el jugador se encerrará en sí mismo y dirá que está desmotivado cuando la desmotivación es el resultado de esa falta de autoconfianza en su proceder.
Sdg: La ansiedad es un problema bastante frecuente en el jugador de diferentes edades. ¿Por qué crees que se da? ¿Cómo debemos actuar nosotros como entrenadores?
JAC: La competición es una situación estresante y cuando el jugador reacciona negativamente a este momento puede dar tres tipos de respuesta: ira, depresión o ansiedad. De las tres la más frecuente y más fácil de trabajar es la ansiedad. La ansiedad es una forma de miedo, es decir, el jugador teme lo que pueda ocurrir. La ansiedad se divide en tres tipos de respuesta simultáneas (lo que pienso, lo que siento y lo que hago): pensamientos negativos, tensión muscular y acciones equivocadas.
Los psicólogos deportivos trabajamos con deportistas y entrenadores para que puedan abordar la ansiedad diseñando protocolos de actuación antes y durante la aparición de la ansiedad. Fundamentalmente, el trabajo en ansiedad se centra en: recuerdo de experiencias de éxito recientes, control de la tensión muscular y la respiración, y diseño de objetivos de realización.
SdG: Podemos ver en distintas entrevistas como a jugadores profesionales les preguntan cómo han realizado una jugada o un gesto técnico y no saben explicártelo. ¿Cómo es el proceso de toma de decisión en el fútbol?
JAC: Normalmente, el proceso de toma de decisiones de un jugador se basa en la experiencia más reciente y su cerebro la toma como referencia (pues "el cerebro no inventa, siempre se basa en lo que ya tiene"). Si ésta es exitosa el jugador suele entrar en una "racha" positiva, como sea negativa el jugador puede entrar en "barrena".
Debe haber un análisis exhaustivo e individual (cosa que no se suele hacer) de las decisiones tomadas en un partido de fútbol.
SdG: Los entrenadores tenemos la costumbre de basar nuestras tareas de entrenamiento en conceptos técnico-tácticos y en la estructura condicional, pero ¿qué elementos psicológicos debemos tener en cuenta en nuestras tareas?
JAC: Tanto la técnica como la táctica tienen un factor psicológico innegable que se debe trabajar cuando se diseñan acciones en estos dos ámbitos. Para el trabajo de la técnica debemos ahondar en el trabajo neuromuscular del esquema corporal y la coordinación psicomotriz, que es base fundamental del entrenamiento en visualización o imaginación. Visualizar no es nada fácil y también requiere de un entrenamiento exhaustivo para que sea efectivo. El 99% de los deportistas no realiza correctamente la visualización y ésta es fundamental, pues se trata del "software" de las jugadas que el cerebro transmite al cuerpo.
Asimismo, la táctica requiere un análisis de la toma de decisiones en las competiciones. ¿Utilizaremos un criterio conservador o arriesgado? ¿Seguiremos este criterio hasta el final del partido pase lo que pase? ¿Por qué tomar unas u otras? ¿Qué rol ha de adoptar el jugador en ese momento? ¿Cómo ha de influir el jugador en sus compañeros si las cosas se tuercen? ¿De qué nos sirven las experiencias anteriores?
Algo que siempre me ha llamado la atención es el análisis del postpartido, que siempre suele ser un análisis grupal, donde el entrenador transmite su valoración al equipo y estos apenas participan.
Por ejemplo, el 80% de los jugadores que empiezan conmigo en el entrenamiento psicodeportivo comienzan porque no juegan y se sienten perdidos pues "continúa así, que llegará tu oportunidad" no es un consejo que dé ni confianza ni motivación.
Son los jugadores los que buscan profesionales como el psicólogo deportivo para obtener unos análisis individuales y unos objetivos propios. Obviamente el psicólogo deportivo hace un análisis desde su área de conocimiento, pero es este factor, el psicológico, el que subyace a los demás, por lo tanto, la influencia de este trabajo siempre será notoria.
SdG: ¿Qué importancia tienen las emociones en la toma de decisión? ¿Las podemos entrenar?
JAC: Las emociones negativas, como el miedo, la tristeza o el enfado, provocan tensión muscular (afectando al pilar físico y técnico) y provocan pérdida de atención (afectando al pilar fisiológico y táctico), pues estamos dirigiendo la atención hacia lo que "no quiero que pase" o "no quiero que se repita" y perdiendo así el foco de la acción correcta y concreta a emprender.
Primero, debemos entrenar al jugador a que identifique qué siente. No es lo mismo sentir enfado ("porque mi entrenador no me pone de titular"), que pereza ("porque ahora tengo que ganarme un puesto que siempre tenía asegurado"), que arrepentimiento ("no tenía que haberme cambiado de club"). Debemos identificar, concretamente, qué siento y con cuánta intensidad. Es decir, "esta situación qué emociones me hace sentir, tanto positivas como negativas (hay aproximadamente 70 emociones) y cuál es la más intensa de todas".
Si la emoción más intensa es negativa debemos entrenar la parte cognitiva (pensamiento) para que el jugador sepa si es algo racional (real, por ejemplo, estoy triste -10 puntos sobre 10- porque se ha muerto mi abuela) o irracional (exagerada, por ejemplo, odio 10/10 a mi entrenador por no ponerme de titular) y que obtenga un razonamiento eficaz para encauzar sus pensamientos y acciones. El psicólogo deportivo le ha de ayudar a realizar esa "racionalización de pensamientos negativos". Además, dentro del entrenamiento psicodeportivo aprenderemos a controlar efecto físico de las emociones negativas en la tensión muscular y la respiración.
Comments