Hoy compartimos con vosotros el análisis del actual campeón de la UEFA League, el Sevilla FC. Un aspecto que encontramos muy recurrente en el equipo de Nervión son los desdoblamientos de sus laterales y las opciones de juego que estos movimientos abren para el equipo. Como ya es costumbre, veamos primero el vídeo y detallemos después lo más relevante.
Primero de todo, y como decimos siempre en nuestros análisis, así como en las tareas que planteamos, el timing y la tensión de los pases son factores clave en cualquier movimiento colectivo y/o táctico. Dar el pase en el momento adecuado con la tensión adecuada nos va a proporcionar mucha más ventaja que la que creemos, así que este primer aspecto debemos tenerlo siempre en mente.
Uno de los aspectos básicos del desdoblamiento de laterales es no acumular demasiados jugadores en una misma zona y/o carril. Observamos que un movimiento que se repite de manera continuada es la ocupación constante de la parte superior de los carriles exteriores por parte de los laterales. Este movimiento no se da por defecto, sino que se desencadena como consecuencia del movimiento de los extremos hacia los carriles interiores, arrastrando rivales con ellos.
Estos movimientos de atracción realizados por los extremos, vemos cómo también son extremadamente útiles cuando los realizan otros compañeros. Lo que conseguimos con estos movimientos de atracción de afuera hacia adentro es generar más espacio para la llegada del lateral, de modo que ya en ese mismo instante el resto del equipo puede empezar a ocupar zonas de remate.
Al repetir un mecanismo muchas veces nos podemos encontrar que el rival los defienda de manera automática con el paso de los minutos. Es por ello que necesitamos, dentro de un mismo fundamento del juego, variaciones sobre el mismo que generen duda en los defensores del equipo rival. Un ejemplo claro de estas variaciones lo podemos ver cuando los extremos amenazan la espalda de la defensa rival. Con ello, lo que se consigue es que el defensor deje de prestar tanta atención al balón y la transfiera al jugador, generando tiempo y espacio al poseedor de balón. Es este caso específico, al amenazar la espalda sobre el carril lateral, se generan espacios en las zonas interiores que permiten generar nuevas situaciones de gol.
Por último, es fundamental que lateral y extremo estén en constante espacio de distintos carriles (jugando a distintas alturas). No importa tanto si es el lateral o el extremo el que ocupar el carril interior o el exterior, lo que debemos tener en cuenta es que, la mayoría de veces, nos interesa ocupar ambos carriles, así que cuando uno 'entre', el otro 'sale'. Como entrenadores es nuestra labor saber, en función de las características de nuestros jugadores, quién preferimos que esté más por fuera y quién más por dentro.
¿Lo entrenamos?
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